lunes, 24 de marzo de 2014

Un, dos, tres, una comedia sobre la Guerra Fría

Como fin de este larguísimo trimestre, dedicaremos los dos últimos días a ver (y trabajar) una comedia sobre la Guerra Fría, Un, dos, tres (1961), del director de origen austríaco Billy Wilder.
Aquí os presento una de sus escenas más divertidas, donde no se deja títere con cabeza. Y las referencias a la Guerra Fría son continuas.


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La Guía de la película y las actividades a realizar , en este documento que os podéis descargar en nuestro Moodle. Agradecer el trabajo del profesor Pedro Castiella, autor de la base del proyecto.


Cine sobre la Guerra Fría

¿De qué puede tratar una película sobre la Guerra fría? Después de trabajar los conceptos básicos de este período y algunas de sus características, hemos planteado en clase de qué podríamos rodar una película sobre la Guerra Fría. Las respuestas han sido bastante clásicas: una peli de espías, o ambientada en algunos de los puntos "calientes" como Cuba, Corea o Berlín.

Pero lo cierto es que la variedad de películas que se ambientaron claramente en la Guerra Fría, o que de manera más ambigua dejaron entrever los miedos y preocupaciones de esa época, son de lo más variado. ¿Qué tal una película de "marcianos"? ¿O una comedia sobre este tema tan serio?

En la página filmaffinity podemos encontrar una clasificación de películas sobre esta temática, desde las más valoradas hasta las menos. Es destacable encontrar entre las primeras dos películas que veremos en clase, Un, dos Tres y Teléfono Rojo, volamos hacia Moscú

Por ejemplo, aquí nos vamos a centrar en el cine de ciencia ficción que tiene mucho que ver, aunque no lo parezca, con la realidad histórica que le rodea. Aquí destacamos tres ejemplos: uno, las típicas películas de invasiones de marcianos sobre la Tierra (leyéndolo de otra manera, la hipotética invasión soviética sobre Estados Unidas) tan bien reflejadas en seres pequeñitos de cabezas grandes reflejados en Mars attack. Dos, la visión pacifista de Ultimátum a la Tierra (1951), que planteaba que, si la Tierra no paraba la violencia, sería destruida por ser un peligro para los otros planetas; y, por último, La invasión de los ladrones de cuerpos (1956), donde los extraterrestres se introducían en la Tierra, primero en plantas, para luego tomar posesión de los cuerpos de las personas al dormir (clara alusión al peligro de infiltración comunista si no estaban prevenidos, al estilo McCarthy