martes, 23 de octubre de 2012

Iconografía napoleónica

Aunque no vamos a trabajar en profundidad la etapa napoleónica, es interesante echar un vistazo a diferentes imágenes de Napoleón a lo largo de su vida. Refleja perfectamente el período histórico en el que fue uno de los principales protagonistas, y , por otro lado, nos permite valorar la importancia de la imagen y su utilización como propaganda.

La primera imagen presenta a Napoleón
como un joven militar, victorioso frente a los enemigos exteriores de Francia (en este caso, la campaña italiana de 1796 que permite la ocupación de todo el norte del país), decidido, buen estratega y amigo de la tropa ("el pequeño cabo", le apodaban en esa época por su camaredería con los soldados). Nos permite adivinar la importancia cada vez más creciente del nuevo ejército nacional, que lucha en numerosos frentes contra los enemigos de la patria y de la revolución.









Sus éxitos como militar siguieron en campañas posteriores: en marzo de 1798 realiza la campaña de Egipto y Siria (1798/1799), acompañado de todo un séquito de científicos (se descubre la piedra de Rosetta); a pesar de no conseguir derrotar a los ingleses, en esta campaña se cimienta su fama, ayudado sin duda por una exitosa propaganda: en "Napoleón y los apestados de Jaffa" se le ve sin temor entre los enfermos, quien le tocan como a una figura mágica (de hecho, imita el poder "taumatúrgico" (esto es, hacedor de prodigios, sanador) de los reyes de Francia.

De vuelta a Francia, Napoleón participa activamente en la política conspirativa de la época del Directorio. De hecho, protagoniza el Golpe de estado de 18 Brumario (9 de noviembre de 1799) y, un par de años después, ya es el primer cónsul. Estos dos cuadros reflejan estos momentos, y destacan la figura del Napoleón político y legislador (Código Civil, 1804), presentándose como un gobernador autoritario, sí, pero también restaurador de la ley y del orden después de los excesos de la Revolución.























A la vez, gracias a sus victorias, ha llevado por fin a Francia a la paz (durante un tiempo muy pequeño, en 1801/1803). Este famoso cuadro, Napoleón atravesando los Alpes (en referencia a una campaña contra los austríacos en el norte de Italia), el militar se identifica con un personaje mítico que hizo la misma proeza, Aníbal.





















Todo esto lleva sin duda al cuadro siguiente: Napoleón se nombra emperador (1804), una nueva corte - ya no del antiguo régimen- llega a Francia. Se respetan los principios básicos de la Revolución, pero dentro de un régimen dominado por los propietarios. Y, además, Francia como potencia europea continúa con su expansión: son las guerras napoleónicas, en las que la mayor parte de los países europeos (excepto Gran Bretaña) se someten al nuevo emperador. Por eso vemos unas imágenes propagandísticas en las que Napoleón, rodeado de sus generales, es el brillante estratega que vence siempre a ejércitos de los reyes rivales.






















Dos campañas marcarán, no obstante, su derrota: la sublevación del pueblo español en su intento de colocar a José Bonaparte como nuevo rey, y el ataque a la inmensa Rusia (donde le derrota el temible "general invierno") marcan su primera caída en 1814.


























Napoleón es exiliado a la isla de Elba, de donde vuelve a Francia durante un corto período de tiempo ("el imperio de los cien días"), hasta ser finalmente derrotado en la batalla de Waterloo (1814). Napoleón es encerrado finalmente en la lejana isla de Santa Elena, donde morirá (1821)













Podemos ver que, incluso hoy en día, la iconografía napoleónica no descansa. Algunos ejemplos






Biografía de Napoleón en wikipedia, aquí


1 comentario:

Anónimo dijo...

ja ja ja muy divertidas las caricaturas de Sarkozy comparandolo cn Napoleón

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