domingo, 24 de febrero de 2013

La IGM: una guerra total



Además de los aspectos ya citados en entradas anteriores, ¿qué otro aspecto puede diferenciar a la IGM de otras guerras anteriores? Su carácter de guerra total


Como ya hemos visto, al tratarse de un enfrentamiento entre países industriales con capacidades de lucha similares, la necesidad de utilizar todos los recursos disponibles para doblegar al enemigo fue esencial en este conflicto. De hecho, la victoria no se decidió por una gran victoria en el campo de batalla, sino por el agotamiento de una de las dos partes. Así, podemos observar estos diferentes aspectos:

- Una movilización militar general: la compleja organización de los Estados modernos permitió movilizar al mayor número posible de soldados que, excepto en el caso de Gran Bretaña al inicio, lo fueron a la fuerza. Así, 65 millones de soldados se incorporaron a la lucha, de los que más de 37 millones han de considerarse como bajas (muertos, heridos, desaparecidos y prisioneros).
- Un colosal esfuerzo económico: todas las energías y los recursos de los Estados quedan puestos al servicio de las necesidades bélicas. En el interior, hay que movilizar por completo a la retaguardia: nacionalización de industrias y transportes, potenciación de la industria bélica, racionamiento de alimentos y primeras materias, control de precios, etc. En el exterior, asfixiar mediante embargos y bloqueos la economía del enemigo.
- La forzada incorporación a filas de grandes sectores de la población masculina en edad productiva provocó una mayor presencia de las mujeres en actividades, hasta entonces, ajenas a ellas (transportes, fábricas pesadas, etc.)
- Un escenario cada vez mayor: la prolongación del conflicto obligó a cada uno de los bandos a buscar nuevos aliados, por lo que la incorporación de nuevos países a la guerra fue continua: Italia, imperio turco, Estados Unidos, Japón, Portugal, Grecia, etc.. A esto hay que añadir el hecho de que muchos de los países beligerantes fueran, además, imperios coloniales, lo que hizo que los frentes de guerra se extendieran no sólo por Europa y el Atlántico, sino también por Asia, África y Oceanía, y que tropas coloniales participaran activamente en la lucha, incluso en las trincheras francesas y belgas.




Estas estadísticas te permiten profundizar más en algunos de estos aspectos

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