Una última historia para acabar de completar las diferentes causas de la Revolución.
Las preocupaciones de nuestro rey
La verdad es que últimamente el rey Juan Carlos no gana para sustos: que si la separación de su hija mayor, que si la operación de doña Letizia, que la prensa del corazón les comienza a acechar, que si la prensa seria sólo hace mención – hablando de los presupuestos del Estado de este año- de que en medio de la crisis ha aumentado el dinero destinado a los gastos de la Corona... ¡ Y esto en un país donde el rey reina, pero no gobierna, donde más de un 80% de la población aplaude sinceramente a la figura del rey, donde la prensa se autocensura muchas veces al hablar de la monarquía y donde el presupuesto de la familia real es realmente escaso si lo comparamos, por ejemplo, con la familia real británica.
¿ Os imagináis qué pasaría en un país donde el rey ejerce – y de mala manera- el poder de manera absoluta, donde las críticas a la familia real – en especial a la reina, de origen extranjero- son feroces, y donde el presupuesto de la Corte consume prácticamente el 40% de los gastos totales del Estado? Pues así era e la Francia prerrevolucionaria.
Las preocupaciones de nuestro rey
La verdad es que últimamente el rey Juan Carlos no gana para sustos: que si la separación de su hija mayor, que si la operación de doña Letizia, que la prensa del corazón les comienza a acechar, que si la prensa seria sólo hace mención – hablando de los presupuestos del Estado de este año- de que en medio de la crisis ha aumentado el dinero destinado a los gastos de la Corona... ¡ Y esto en un país donde el rey reina, pero no gobierna, donde más de un 80% de la población aplaude sinceramente a la figura del rey, donde la prensa se autocensura muchas veces al hablar de la monarquía y donde el presupuesto de la familia real es realmente escaso si lo comparamos, por ejemplo, con la familia real británica.
¿ Os imagináis qué pasaría en un país donde el rey ejerce – y de mala manera- el poder de manera absoluta, donde las críticas a la familia real – en especial a la reina, de origen extranjero- son feroces, y donde el presupuesto de la Corte consume prácticamente el 40% de los gastos totales del Estado? Pues así era e la Francia prerrevolucionaria.
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